Por Alicia Ibarra – Coach Profesional y Ex Atleta de Alto Rendimiento

Cuando entrenas para competir al más alto nivel, aprendes algo que trasciende las medallas: la mente es el verdadero campo de batalla. Ganar no se trata solo de fuerza o talento, sino de mantener el enfoque incluso cuando las cosas no salen como esperas.

La mentalidad olímpica no es exclusiva de los atletas.
Todos podemos aplicarla cada día:

➡️Cuando eliges levantarte temprano en lugar de posponer tus metas.
➡️Cuando das tu máximo aunque nadie te esté mirando.
➡️Cuando te caes… y te levantas con más determinación que antes.

El secreto está en tres hábitos: claridad, constancia y autoconfianza.
Tener claridad en tu meta te da dirección. La constancia construye resultados. Y la autoconfianza (esa voz que te dice “sí puedes”) es lo que te impulsa a cruzar la meta, aunque el camino se ponga difícil.

Entrenar la mente es igual que entrenar el cuerpo: requiere repetición, enfoque y paciencia.
Si cada día haces una pequeña acción que te acerque a tu meta, estás viviendo con mentalidad olímpica.